jueves, 10 de noviembre de 2016

Psicoanálisis


Establecimiento: Colegio Árabe
Alumnos: Felipe Gómez & Felipe González
Curso: Tercero Medio
Asignatura: Psicología
Profesor: Erasmo Alvial Abarca
10-09-2016

Psicoanálisis
El presente documento tiene como objetivo fundamental comprender los diversos aspectos del psicoanálisis freudiano, desde su definición, historia y sus principales exponentes.
Creado por Sigmund Freud, es un tipo de tratamiento psicoterapéutico, una teoría sobre el funcionamiento del psiquismo humano y un método de investigación. Intenta separar, distinguir, descomponer, los productos psíquicos (síntomas, sueños, conductas en general) en sus componentes más elementales para detectar su origen o su motivación. (Samat, 2006)
Tiene su apogeo desde la perspectiva psicoterapéutica en la primera mitad del siglo XX, como una forma de interpretación de la realidad desde un nivel de descubrimiento y conocimiento más profundo del alma en sus dimensiones psicológicas, emprendiendo una búsqueda de tratamiento del dolor individual. Freud descubre un mundo interior diferente de la realidad material externa, pero muy "real" para el sujeto, que está relacionada básicamente con el deseo inconsciente y sus derivados.(Rodríguez Kauth, 2003)
Según (Echegoyen, 2016) en relación a sus fundadores podemos nombrar como padre del psicoanálisis a Sigmund Freud (1856-1939), quien desarrolla su teoría sobre el psiquismo y el tratamiento de sus alteraciones en la misma época en la que la psicología se construye como ciencia independiente. Sin embargo es importante decir que el psicoanálisis tiene su propio desarrollo, ortodoxia y cismas, y ha conocido enfrentamientos tanto en su interior como con otras teorías psicológicas.
¿Qué es el psicoanálisis?
(Samat, 2006), plantea que el psicoanálisis es el conjunto de teorías que toman como base las teorizaciones del médico neurólogo Sigmund Freud concebidas a partir de su praxis (Práctica, Acción) para el tratamiento de las enfermedades mentales. En ella distinguen tres niveles:
A)   Un método de investigación que consiste en hacer evidente el significado inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un individuo, basándose en las asociaciones libres del paciente.

B)   Un método de psicoterapia basado en esta investigación y caracterizado por la interpretación de la resistencia, la transferencia y el deseo.

C)   Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas que llegarían a explicar el funcionamiento de la psiquis y sus alteraciones.
Lo que comúnmente llamamos “mente” es denominado “aparato psíquico”por Freaud, por el cual circula energía. En él existen recuerdos que se asocian entre sí y constituyen representaciones mentales del individuo, que están a su vez teñidas por el afecto o la tonalidad emocional del sujeto. Derivándose desde aquí la idea de que cada representación tiene una carga de energía que se denomina investidura. Esta energía puede moverse libremente en el aparato psíquico inconsciente o estar ligada o controlada en el preconsciente. (Samat, 2006)
La primera tópica de Freud (1900) considera al aparato psíquico dividido en tres sistemas.
a)     Inconsciente (Icc), donde se encuentran los representantes de las pulsiones (deseos) y elementos reprimidos, principalmente los deseos infantiles, que tienden a querer manifestarse en la realidad.
b)    Preconsciente (Prcc), que contiene representaciones accesibles a la conciencia.
c)     Consciente (Cc) que forma un solo sistema con el Prcc y es la parte que produce la advertencia de los contenidos.
La dinámica de la lucha entre lo reprimido inconsciente y las fuerzas represoras del Prcc-Cc producen diversas "formaciones del inconsciente" que se manifiestan como síntomas, sueños, actos fallidos, recuerdos encubridores, chistes o agudezas, etc., que son retoños deformados de lo reprimido. Dos procesos muy importantes en la conformación del aparato psíquico son la represión y la identificación. Se entiende por represión a la operación por la cual una representación ligada a una pulsión es desalojada del Preconsciente-consciente y mantenida en el Inconsciente, y por identificación a la asimilación por parte del sujeto de otro o parte de ese otro, con lo cual se transforma sobre el modelo de este. (Samat, 2006)
En 1923, en su libro El Yo y el Ello, Freud introduce su segunda tópica, que se compone de tres instancias llamadas ello, yo y superyó.
a)     El ello es la instancia más primitiva y constituye el polo pulsional, siendo totalmente icc y manteniendo las mismas características que en la primera tópica se atribuían al sistema Icc.
b)    Del ello, y para poder adaptarse a la realidad, surge el yo (el polo defensivo y adaptativo)
c)     Y de una parte de éste, como heredero del complejo de Edipo, el superyó, que comprende principalmente dos subestructuras: la conciencia moral y el ideal del yo. Tanto el yo como el superyó tienen aspectos icc, prcc y cc.
El yo tiene entre sus funciones más importantes la prueba de la realidad y la defensa. Esta última se manifiesta a través de mecanismos que se instrumentan ante afectos displacenteros (angustia, culpa, vergüenza, etc.), muchos de los cuales surgen de conflictos. Toda defensa es inconsciente, y todos empleamos mecanismos de defensa a lo largo de nuestra vida. (Samat, 2006)

Historia de la escuela, autores y máximos exponentes:
Los primeros estudios de Freud los inicia en la hipnosis junto a Charcot en 1885. En 1983 junto a Breuer descubre que cuando un suceso es muy doloroso para un individuo, éste puede ser excluido de la consciencia y no ser recordado, pero ser representado en un síntoma, surgiendo la teoría de del trauma en la histeria que plantea que una vivencia traumatizante, no retenida conscientemente, determina un síntoma. Sigue así trabajando por sí solo trayendo experiencias traumatizantes desde el inconsciente a través de la hipnosis, intentando disipar la presencia del síntoma durante la vigilia. Pero a larga, abandona la hipnosis al ver que muchos síntomas se curaban pero no desde su causa.
Así plantea su teoría sobre las asociaciones libres, al ver que muchas manifestaciones importantes no necesitaban hipnosis para expresarse, sino que se hacen en la vigilia si se escucha al paciente con atención y en análisis. En este campo, Freud descubrió lo siguiente: 1°) que el enfermo llega a revelar en plena conciencia, deseos y recuerdos reprimidos del inconsciente; 2º) que las causas originales de los síntomas están en los primeros años de la vida; 3°) la relación entre impulsos y experiencias de la infancia 4º) que los motivos inconscientes dan, al ser reprimidos, síntomas, obsesiones, los rasgos del carácter, los ensueños, los errores, los chistes, los juegos, las supersticiones y una serie de manifestaciones de la vida normal cotidiana.
Así mismo abarca el estudio de las fantasías inconscientes y la sexualidad.
Otro elemento que estudia son los sueños como expresión consciente de una fantasía inconsciente. Construyéndose de la experiencia inconsciente del pasado mediante símbolos, que también se exteriorizan en otras manifestaciones como la literatura, el arte, en forma de lapsus, de errores o de actos frustrados.
En la escuela de Freud, surgen dos movimientos discrepantes. Los de Adler y Jung. Adler se separa desde 1911, destaca la importancia del yo y sus funciones pero rechaza la teoría sexual de las neurosis. La causa de la neurosis es la pugna entre dos personas por adquirir el dominio sobre la otra; que el complejo de Edipo es el intento del niño por subyugar a la madre y vencer en su conflicto con el padre y que la perturbación sexual, en lugar de producir la neurosis, es la forma como ella se manifiesta. Un segundo hecho logrado es el de aplicar el psicoanálisis al estudio de la personalidad entera. Un tercer elemento, en el orden de las adquisiciones, es el de que lo que se llama constitución orgánica es en gran parte producto del intento de adaptación del individuo; y un cuarto punto es el reconocimiento que hace Adler de los valores culturales.


La segunda disidencia es la de Jung. No gustaba de la teoría libido freudiana. Recalcó la influencia de los problemas interparentales en el niño. Fue importante la relación Padre-Hijo ya en la fase preedipiana. Dice que lo sexual puede ser usado como símbolo de otra cosa, pero el problema con Freud ocurre por la nueva tesis de la libido. La libido sexual es el símbolo de los enlaces con los padres que deben romperse con la pubertad. La sexualidad se adquiere solamente en los últimos años de la misma y en la pubertad y a cambio de ello, el interés por la madre es, sobre todo en la primera infancia, de carácter nutricio. Cree que el análisis freudiano es determinista y de comprensión retrospectiva y entiende que debería mirar hacia el futuro y hallar significado en este lo mismo que en el presente. La educación para Jung produce un conflicto que confina al individuo y lo desvía del “lineamiento general” de su vida. La conjugación de un conflicto con la búsqueda de la auto-realización, por lo que él llama proceso de “individuación”, tiene importancia fundamental en la terapia. El inconsciente colectivo que representa la “sabiduría del tiempo” hace que el note la esencia de recordar momentos de la infancia. Se necesita confianza entre el analista y su paciente.
Volviendo a la corriente ortodoxa, a la de los auténticos continuadores de la doctrina freudiana, que como concepción viva fue sufriendo no solamente modificaciones que significaron una desviación, sino agregados que tuvieron el sentido de un complemento, debemos mencionar, en primer término, no en el orden del tiempo, pero sí en el orden de la jerarquía, el movimiento de la escuela psicoanalítica inglesa integrada, entre otros, por Melany Klein, Paula Heiman, Susan Isaacs y Joan Riviere. Melany Klein dice lo siguiente: comer es el principal instinto de un bebe. El pecho materno es el primer gran lazo de un bebe. Esa representación psíquica se localiza no en el cerebro sino en el tubo digestivo, y se llama imagos o imágenes o personas u objetos internalizados a los objetos o personas mencionados. Las personas internalizadas, ya en el niño como en el adulto, no quedan estáticas, sino que reciben vida de los instintos y continúan conduciéndose como lo hicieron en la realidad o como el bebé interpretó que lo hacían, cuando lo alimentaron, cuidaron o educaron. Esas personas internalizadas determinan en el niño o en el adulto, impulsos o normas de actuar que reflejan las que pecho, madre, padre tuvieron con el bebé o los comportamientos reactivos de este ante aquellos. Así se define su futuro comportamiento. Pero puede suceder un conjunto de contratiempos, entre ellos, el trauma del destete. Si comen mal, entonces será la madre la culpable porque se le considerará como una persona mala, como objeto malo. Más adelante, cuando ya muerda, imaginan cosas más allá mordiendo el pecho. Esto perdura hasta la edad adulta. Él bebe se relaciona con el ambiente gracias a el alimento, por lo que el superyó empieza teniendo aspectos alimenticios perdurables. Lo que muerde es lo inconsciente del superyó o madre internalizada. Por esto él bebe cree que su madre es un ser bélico y por tanto este responde con acciones bélicas, tales como morder más fuerte o defecarse. A consecuencia de todo lo anterior mencionado, surge el odio a la madre y luego la culpabilidad por ese odio que persiste en el adulto, caso de los santos, que despliegan su actividad mística en un clima de autoinculpación. Pronto les empezara a hacer falta la madre y al extrañarla, la verán como algo bueno, no la culparan por haberlo “abandonado” temporalmente. Creerá que esta lo abandono por haber actuado de manera hostil con ella y tendrá miedo de que ella quiera devolverle esos malos ratos. Entonces los pensamientos malos sobre la madre originados en su pecho son traspasados a otros entes malvados. De esto derivan dos conceptos: el pecho y la madre buena, y el pecho y la madre mala. A esta fase oral digestiva siguen una fase anal, una fase genital, en relación con el complejo de Edipo, que se inicia con el primer año de edad y que dura hasta los cinco o seis, a diferencia de la concepción inicial de Freud, que ya hemos visto anteriormente. Las excitaciones edípicas se satisfarán en fantasías variadas, con la masturbación, pero esas fantasías variadas se apoyan en la experiencia de la fase oral-digestiva. La contención genital por educación impartida por los padres o por temor a la castración, hace renunciar a los deseos edípicos y reaviva una primera adherencia a la madre, anterior a la genital. Es una fijación de tipo preedípica que se acompaña de idealización materna. La madre ahora es un ejemplo a seguir, sin genitalidad. Según Rank uno de los traumas de un bebe es “separarse”        y esto ocurre en el nacimiento (separación entre madre e hijo). En la mujer, el embarazo sería una forma de retorno por identificación con el hijo, y en el varón el acto sexual es un esfuerzo de unión simbólica con la madre. El complejo de Edipo es el intento de resolver el misterio del origen o del destino del hombre, probando el retorno al seno materno. Rank descartó la orientación biológica implantada por Freud. Los enfermos, según él, por la amenaza de separación, tienden a mantenerse dependientes. Las modificaciones de la terapia, que implican en realidad una nueva experiencia, consisten en destacar la situación presente a cambio de la acentuación de lo pasado que pregonaba Freud. El otro elemento es la reacción ante el analista, que está relacionada con la madre, no con el padre. La otra modificación de la terapia es la limitación en el tiempo y, finalmente, la otra característica es la relación de la terapia con la liberación de las potencialidades reprimidas de que habla Jung. Ferenczi intentó buscar mejorar la situación analítica. En su concepción recorrió dos etapas. Una etapa activa y una etapa de relación. Durante la primera, establecía que, mientras mayor cantidad de libido esté sin descargar, hay mayores posibilidades de abreacción. De acuerdo con ello, el psicoanálisis debe hacerse en estado de abstinencia sexual. Consideraba todavía la abreacción como un método curativo. En una segunda etapa, en lo que él llamó la etapa de relajación, suponía al neurótico como un individuo que en su infancia no tuvo aceptación o cariño y que necesita descubrir la experiencia de aceptación o cariño. El análisis le permitiría volver a desarrollarse con el analista como nuevo padre. La diferencia entre la nueva experiencia y la pasada, provoca concientización de la atención en que ha vivido y produce efectos terapéuticos. Da como Freud, todavía, especial importancia al pasado del individuo. Reich abogó por abordar de frente las resistencias del carácter. No se opuso a la teoría de la libido, tanto que se ha dicho que, en este terreno, era más freudiano que el propio Freud, pero se opuso al concepto del instinto de destrucción y dio importancia a las influencias culturales. Las tensiones corporales, para él, constituyen modos de expresar estados emocionales. Las maneras de reacción individuales que se expresan psicológicamente como tensiones somáticas, son mecanismos protectores convencionales que se originan a lo largo de la vida pasada; pero excluía todo esto del psicoanálisis y lo denominaba educación para el psicoanálisis. Establece también una relación entre carácter y sociedad. Cada orden social, dice, crea aquellas formas de carácter necesarias para su preservación. Niega el masoquismo como forma del instinto de destrucción y lo considera como una adaptación a condiciones sociales desastrosas.


Un grupo de psicólogos de la escuela anglosajona de orientación cultural, da importancia fundamental a las relaciones interpersonales, pero en el momento actual deben ser considerados como una escuela francamente disidente hasta el punto de que están fuera del pensamiento y del movimiento psicoanalítico ortodoxo. Hemos hecho mención de ellos a propósito de la angustia y no vamos a repetirnos. Diremos solamente algunas características de sus concepciones para completar esta exposición. Karem Horney se manifiesta en franca oposición con la orientación biológica de Freud y como Adler, Jung o Rank pugna por una interpretación cultural de la neurosis. Destaca la importancia para el psicoanálisis de la situación presente del paciente, no sólo psicoanalítico, como en Rank, Ferenczi y Reich sino la general de su vida como Adler. Cree que la voluntad de poder, sin embargo, es sólo uno de los mecanismos neuróticos y que los otros serían la necesidad neurótica de amor, de sumisión o de independencia. Respecto a la compulsión a repetir sostiene que los fenómenos incluidos por Freud no son repeticiones automáticas de la situación de los primeros años de la infancia y que no tienen carácter compulsivo. La actitud primitiva original ha sido ampliada y modificada por experiencias subsiguientes con la figura del padre y por círculos viciosos psicológicos de angustia-defensa y defensa-angustia. Destaca la importancia de los propósitos neuróticos del paciente como Adler, así como la importancia de la responsabilidad del paciente en la neurosis por los beneficios que de ella obtiene. Las tendencias neuróticas pueden reforzarse y dan los llamados “comportamientos de base” que son el ir hacia el mundo, el ir contra el mundo o el retirarse del mundo. Si coexisten las tres actitudes surgen los conflictos de base, que tienen su fuente en la angustia fundamental. Fromm, como Sullivan, da menos importancia al estudio de los beneficios secundarios de las neurosis que a trazar el cuadro de la personalidad en su conjunto y redescubre la importancia de los choques emotivos de los padres a que ya había hecho referencia. El problema del hombre es la relación específica entre el individuo y el mundo y el individuo consigo mismo. No acepta que la satisfacción del instinto sea el problema central de la naturaleza humana. Los modos de adaptarse no son instintivos, se deben a un aprendizaje y traen como consecuencia que el comportamiento humano es el menos predeterminado de la escala animal y que la naturaleza humana es un producto cultural. Los problemas del hombre dependen de las necesidades que la sociedad le ha impuesto. El hombre ha obtenido la libertad de ser un individuo, pero no la libertad para lograrlo; por eso hace uso de medios irracionales para vincularse al grupo: el masoquismo, por ejemplo, que es el apoyo de otro como autoridad, la destructividad de todo elemento de comparación o la conformidad automática, que son mecanismos de evasión, dan diversos tipos de carácter. El complejo de Edipo es interpretado por Fromm de acuerdo con el mito. Sería la expresión de la lucha del niño en la sociedad patriarcal, para liberarse de la autoridad de los padres que quieren modelar su vida de acuerdo con sus deseos. Lo sexual puede tener importancia, pero no es la causa de la lucha con el padre. La terapia ha de buscar no que el paciente se adapte a la cultura, sino conseguir en el paciente el desarrollo de un sentido de integridad y de consideración hacia sí mismo. Sullivan es el más científico de este grupo. Considera al hombre con un substratum biológico y, además, que es el producto de la interacción con otros seres humanos. La personalidad surge de fuerzas personales o sociales que actúan sobre el individuo desde el nacimiento. En el humano hay dos propó- sitos entrelazados. Uno de satisfacción ligado a necesidades biológicas y que si el medio cultural traba, por ejemplo, en el caso de la satisfacción sexual, provoca problemas. Y otro, de seguridad, resultado de procesos culturales a los que nos hemos referido al considerar, en la exposición de la teoría freudiana, los diversos conceptos sobre la angustia básica. Él da importancia a lo que llama “distorsión paratáxica”, que consiste en atribuir a otras personas cualidades que no le pertenecen y que en una relación interpersonal puede provocar una situación de falseamiento de la relación de valores. Establece para la terapia la necesidad de enseñar a reconocer la distorsión paratáxica y uno de los métodos es el de la valoración por consenso, que consiste en comparar el valor que da a una persona, con el valor que la gente da.
(Terra, 2003)

Método de tratamiento

El psicoanálisis es una forma de psicoterapia, por medio de métodos y técnicas pertenecientes a un nivel psicológico, fundamentalmente verbal.
Su finalidad es "hacer consciente lo inconsciente" levantando represiones, o hacer que "donde había ello, que haya yo".
Para lograr esto el tratamiento psicoanalítico se estructura en sesiones donde el paciente (recostado en un diván, o cara a cara frente al analista) habla lo más espontáneamente posible, asociando libremente. El analista interviene también a través de la palabra, principalmente con la interpretación, donde se devela lo latente inconsciente. Dos elementos básicos y típicos de la terapia psicoanalítica son la transferencia (el revivir en el aquí y ahora de la sesión, en relación con el analista, las pautas inconscientes infantiles que deben ser descubiertas en el análisis) y la resistencia, que es todo lo que se opone a la tarea de la curación. En un tratamiento psicoanalítico, se reedita la neurosis infantil del paciente (base de la problemática neurótica actual) en lo que se denomina "neurosis de transferencia", la cual finalmente debe ser liquidada. Durante el tratamiento, el paciente va realizando una tarea reelaborativa mediante la cual puede ir lentamente tramitando los elementos inconscientes que determinan su neurosis.
La formación del analista es de fundamental importancia. Ésta no sólo incluye el estudio teórico del psicoanálisis y la supervisión o control por parte de un analista más experimentado durante su aprendizaje, sino un análisis personal exhaustivo llamado "análisis didáctico". Los errores provenientes de la falta de conocimientos o de experiencia o de la contratransferencia (de la propia neurosis del analista) pueden producir perjuicios en el paciente que deben en lo posible ser prevenidos con la ayuda de instrumentos tales como el análisis personal, las supervisiones, y una actitud responsable de estudio y de reflexión. (Samat, 2006)

Conclusiones
A lo largo de este trabajo se planteó comprender los diversos aspectos del psicoanálisis freudiano, incluyendo su definición y como esta fue afectada por su historia y sus principales exponentes. Por esto se piensa  que logramos los objetivos en un 90% dado que se logró sintetizar que, según el psicoanálisis, el origen de los problemas psicológicos se encuentra en la infancia, las cuales causan una regresión a los adultos y posteriores problemas. Estos estados mentales se componen de los conflictos inconscientes que involucran las defensas contra las ideas intolerables (deseos ocultos). Las ideas intolerables incitan la ansiedad que, a su vez, pone las defensas en movimiento. Los conflictos inconscientes son los “traumas” que el paciente lleva dentro(es decir, los síntomas). Las defensas del ego contra las ideas intolerables se manifiestan en síntomas que simbolizan al conflicto inconsciente. Las intervenciones del analista promueven el insight y una anulación del conflicto inconsciente. El insight - volver consciente al inconsciente - conduce al alivio del síntoma así como también a la reorganización de la personalidad
El psicoanálisis tiene tradiciones en el siglo pasado que se ha enriquecido con aportes desde distintas orientaciones, que sería difícil de resumir aquí. En medio de estas distintas tradiciones, Perry et al (1987, cit. en Sim, Gwee & Bateman, 2005) proponen un esquema de formulación psicoanalítica que incluye un resumen, una descripción de los factores no dinámicos, descripción de los elementos psicodinámicos centrales usando la psicología del Ego, las relaciones objétales y el modelo de la psicología del Self, y finalmente una evaluación del pronóstico.
(Bravo, 2009)

Caso Clinico
UN CASO DE FOBIA DESDE LA PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA.

Inés es una niña de 8 años extrovertida, alegre y que no muestra problemas para relacionarse socialmente. Hasta hace un año, Inés vivía con su madre en casa de su abuela materna ya que el padre biológico nunca se hizo cargo de la niña, pero esto cambio cuando su mamá contrajo matrimonio con Juan, se mudaron de casa y decidieron formar una familia.
Ante esta transformación de vida, Inés comenzó a mostrar ciertos temores excesivos de dormir con la luz apagada y con la presencia de perros e insectos, por esta razón los padres solicitaron atención profesional al Centro Educativo “País de las Maravillas”.
Después de varias sesiones con la niña, a través de sus producciones gráficas, verbales y hora de juego diagnóstica, se pudo llegar a la conclusión de que Inés esta transitando por un síntoma fóbico.
La fobia desde la perspectiva psicoanalítica, introduce en el mundo del niño una estructura porque delimita un espacio, delimita el espacio materno y el espacio del sujeto en constitución. Es por eso que si existe una función fallida en la entrada del nombre del padre en la estructura, en auxilio de la subjetividad del niño viene la fobia.
Llamamos entonces a la fobia como la salida más viable para evitar la psicosis. El sujeto, defendiendo su subjetividad, utiliza este medio para evitar caer en terrenos del deseo materno y fundirse para siempre en él.
Porque siempre se trata del espacio, de evitar a toda costa permanecer en el mismo espacio que el Gran Otro. No importando el objeto fóbico del que estemos hablando, este siempre delimita un lugar que se encierra dejando fuera a ese Otro que tiene como objetivo el devorar al niño, dejándolo preso de un deseo que no es el propio.
La sola posibilidad de que el niño fracase en la defensa de su subjetividad, hace aparecer en él la angustia, angustia a la que se busca dar explicación sin éxito desesperadamente. Para ayudar al niño, se desencadena la fobia, pues tiene como objetivo limitar esa angustia a la aparición de un objeto en específico.
Esta situación, sin embargo, es un verdadero cruce de cuestiones difíciles de resolver para el sujeto en constitución, pues por un lado existe la tentación de ser aquello que complete a su madre y por el otro intenta defender su subjetividad, su deseo.
En constante tensión y sin saber a donde ir, así vive el niño en el que la función paterna no se ha ejercido correctamente. Sin alguien que ponga un límite tanto a la madre como al él, sin alguien que se interponga en esa relación, queda en él la decisión de ser o no, el falo de la madre.
Lacan dice que “la fobia nos enseña aquello que ella viene a suplir (el significante del nombre del padre). Esto es evidente en el caso de Inés; Juan, al no ser el padre biológico y llevar relativamente poco tiempo realizando este papel, no nos da muestra de fuerza de transmisión de palabra y no viene a cubrir satisfactoriamente la función de castrar y poner límite en el deseo de ambas. Y entonces, tratando de salvaguardar su condición de sujeto, Inés recurre a la fobia.
Pero, tal como se menciona antes, Inés no sólo lucha en contra de la posibilidad de quedar pegada a su madre, sino que esta también le atrae. En sesión, se pudo observar como aun no es aceptada completamente la castración, aunque se encuentre en este proceso.
El trabajo terapéutico que se le está proporcionando a Inés, tiene como objetivo lograr una sustitución del objeto fóbico actual, reemplazándolo por uno menos frecuente, mejorando así su calidad de vida.
(PSICOANALÍTICA., 2016)
Benítez, M. Oñate C., La orientación en la dirección de la cura: La fobia como encrucijada, Fuente electrónica [en línea], Revista Fort-da, http://www.fort-da.org/, 2009.

Bibliografía

Bravo, L. A. (2009). Formulaciones Clínicas en Psicoterapia. TERAPIA PSICOLÓGICA, 93-102.
Echegoyen, J. (2016). e-torredebabel. Recuperado el 26 de Agosto de 2016, de www.e-torredebabel.com: http://www.e-torredebabel.com/Uned-Parla/Asignaturas/IntroduccionPsicologia/ResumenManual-Capitulo6.htm
Langer, M., del Palacio, J., & Enrique., G. (1984). Memoria, historia y diálogo psicoanalítico. Buenos Aires : Folios Ediciones .
Rodríguez Kauth, Á. (2003). HISTORIA Y PSICOANÁLISIS. Universidades, 3-12.
Samat, J. (2006). Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis Freudiano . CATEDRA DE PSICOLOGIA DINAMICA (págs. 1-56). Mendoza : UNIVERSIDAD CATOLICA DE CUYO .
Terra, D. L. (2003). El psicoanálisis. Freud y sus continuadores. Revista de Psiquiatria de Uruguay, 127-139.


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