Establecimiento: Colegio
Árabe
Alumnos: Felipe
Gómez & Felipe González
Curso: Tercero
Medio
Asignatura: Psicología
Profesor: Erasmo
Alvial Abarca
10-09-2016
Psicoanálisis
El
presente documento tiene como objetivo fundamental comprender los diversos
aspectos del psicoanálisis freudiano, desde su definición, historia y sus
principales exponentes.
Creado
por Sigmund Freud, es un tipo de tratamiento psicoterapéutico, una teoría sobre
el funcionamiento del psiquismo humano y un método de investigación. Intenta
separar, distinguir, descomponer, los productos psíquicos (síntomas, sueños,
conductas en general) en sus componentes más elementales para detectar su
origen o su motivación. (Samat, 2006)
Tiene
su apogeo desde la perspectiva psicoterapéutica en la primera mitad del siglo
XX, como una forma de interpretación de la realidad desde un nivel de
descubrimiento y conocimiento más profundo del alma en sus dimensiones
psicológicas, emprendiendo una búsqueda de tratamiento del dolor individual. Freud
descubre un mundo interior diferente de la realidad material externa, pero muy
"real" para el sujeto, que está relacionada básicamente con el deseo
inconsciente y sus derivados.(Rodríguez Kauth, 2003)
Según
(Echegoyen, 2016) en relación a sus fundadores
podemos nombrar como padre del psicoanálisis a Sigmund Freud (1856-1939), quien
desarrolla su teoría sobre el psiquismo y el tratamiento de sus alteraciones en
la misma época en la que la psicología se construye como ciencia independiente.
Sin embargo es importante decir que el psicoanálisis tiene su propio
desarrollo, ortodoxia y cismas, y ha conocido enfrentamientos tanto en su
interior como con otras teorías psicológicas.
¿Qué es
el psicoanálisis?
(Samat, 2006),
plantea que el psicoanálisis es el conjunto de teorías que toman como base las
teorizaciones del médico neurólogo Sigmund Freud concebidas a partir de su
praxis (Práctica, Acción) para el tratamiento de las enfermedades mentales. En
ella distinguen tres niveles:
A) Un
método de investigación que consiste en hacer evidente el significado
inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños,
fantasías, delirios) de un individuo, basándose en las asociaciones libres del
paciente.
B) Un
método de psicoterapia basado en esta investigación y caracterizado por la
interpretación de la resistencia, la transferencia y el deseo.
C) Un
conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas que llegarían a explicar el
funcionamiento de la psiquis y sus alteraciones.
Lo
que comúnmente llamamos “mente” es denominado “aparato psíquico”por Freaud, por
el cual circula energía. En él existen recuerdos que se asocian entre sí y
constituyen representaciones mentales del individuo, que están a su vez teñidas
por el afecto o la tonalidad emocional del sujeto. Derivándose desde aquí la
idea de que cada representación tiene una carga de energía que se denomina
investidura. Esta energía puede moverse libremente en el aparato psíquico
inconsciente o estar ligada o controlada en el preconsciente. (Samat, 2006)
La
primera tópica de Freud (1900) considera al aparato psíquico dividido en tres
sistemas.
a) Inconsciente
(Icc), donde se encuentran los representantes de las pulsiones (deseos) y
elementos reprimidos, principalmente los deseos infantiles, que tienden a
querer manifestarse en la realidad.
b) Preconsciente
(Prcc), que contiene representaciones accesibles a la conciencia.
c) Consciente
(Cc) que forma un solo sistema con el Prcc y es la parte que produce la
advertencia de los contenidos.
La
dinámica de la lucha entre lo reprimido inconsciente y las fuerzas represoras
del Prcc-Cc producen diversas "formaciones del inconsciente" que se
manifiestan como síntomas, sueños, actos fallidos, recuerdos encubridores,
chistes o agudezas, etc., que son retoños deformados de lo reprimido. Dos procesos
muy importantes en la conformación del aparato psíquico son la represión y la
identificación. Se entiende por represión a la operación por la cual una
representación ligada a una pulsión es desalojada del Preconsciente-consciente
y mantenida en el Inconsciente, y por identificación a la asimilación por parte
del sujeto de otro o parte de ese otro, con lo cual se transforma sobre el
modelo de este. (Samat, 2006)
En
1923, en su libro El Yo y el Ello, Freud introduce su segunda tópica, que se
compone de tres instancias llamadas ello, yo y superyó.
a) El
ello es la instancia más primitiva y constituye el polo pulsional, siendo
totalmente icc y manteniendo las mismas características que en la primera
tópica se atribuían al sistema Icc.
b) Del
ello, y para poder adaptarse a la realidad, surge el yo (el polo defensivo y
adaptativo)
c) Y
de una parte de éste, como heredero del complejo de Edipo, el superyó, que
comprende principalmente dos subestructuras: la conciencia moral y el ideal del
yo. Tanto el yo como el superyó tienen aspectos icc, prcc y cc.
El yo
tiene entre sus funciones más importantes la prueba de la realidad y la
defensa. Esta última se manifiesta a través de mecanismos que se instrumentan
ante afectos displacenteros (angustia, culpa, vergüenza, etc.), muchos de los
cuales surgen de conflictos. Toda defensa es inconsciente, y todos empleamos
mecanismos de defensa a lo largo de nuestra vida. (Samat, 2006)
Historia
de la escuela, autores y máximos exponentes:
Los
primeros estudios de Freud los inicia en la hipnosis junto a Charcot en 1885. En
1983 junto a Breuer descubre que cuando un suceso es muy doloroso para un
individuo, éste puede ser excluido de la consciencia y no ser recordado, pero
ser representado en un síntoma, surgiendo la teoría de del trauma en la
histeria que plantea que una vivencia traumatizante, no retenida
conscientemente, determina un síntoma. Sigue así trabajando por sí solo
trayendo experiencias traumatizantes desde el inconsciente a través de la
hipnosis, intentando disipar la presencia del síntoma durante la vigilia. Pero
a larga, abandona la hipnosis al ver que muchos síntomas se curaban pero no
desde su causa.
Así
plantea su teoría sobre las asociaciones libres, al ver que muchas
manifestaciones importantes no necesitaban hipnosis para expresarse, sino que
se hacen en la vigilia si se escucha al paciente con atención y en análisis. En
este campo, Freud descubrió lo siguiente: 1°) que el enfermo llega a revelar en
plena conciencia, deseos y recuerdos reprimidos del inconsciente; 2º) que las
causas originales de los síntomas están en los primeros años de la vida; 3°) la
relación entre impulsos y experiencias de la infancia 4º) que los motivos
inconscientes dan, al ser reprimidos, síntomas, obsesiones, los rasgos del
carácter, los ensueños, los errores, los chistes, los juegos, las supersticiones
y una serie de manifestaciones de la vida normal cotidiana.
Así
mismo abarca el estudio de las fantasías inconscientes y la sexualidad.
Otro
elemento que estudia son los sueños como expresión consciente de una fantasía
inconsciente. Construyéndose de la experiencia inconsciente del pasado mediante
símbolos, que también se exteriorizan en otras manifestaciones como la
literatura, el arte, en forma de lapsus, de errores o de actos frustrados.
En la
escuela de Freud, surgen dos movimientos discrepantes. Los de Adler y Jung.
Adler se separa desde 1911, destaca la importancia del yo y sus funciones pero
rechaza la teoría sexual de las neurosis. La causa de la neurosis es la pugna
entre dos personas por adquirir el dominio sobre la otra; que el complejo de
Edipo es el intento del niño por subyugar a la madre y vencer en su conflicto
con el padre y que la perturbación sexual, en lugar de producir la neurosis, es
la forma como ella se manifiesta. Un segundo hecho logrado es el de aplicar el
psicoanálisis al estudio de la personalidad entera. Un tercer elemento, en el
orden de las adquisiciones, es el de que lo que se llama constitución orgánica
es en gran parte producto del intento de adaptación del individuo; y un cuarto
punto es el reconocimiento que hace Adler de los valores culturales.

La
segunda disidencia es la de Jung. No gustaba de la teoría libido freudiana.
Recalcó la influencia de los problemas interparentales en el niño. Fue
importante la relación Padre-Hijo ya en la fase preedipiana. Dice que lo sexual
puede ser usado como símbolo de otra cosa, pero el problema con Freud ocurre
por la nueva tesis de la libido. La libido sexual es el símbolo de los enlaces
con los padres que deben romperse con la pubertad. La sexualidad se adquiere
solamente en los últimos años de la misma y en la pubertad y a cambio de ello, el
interés por la madre es, sobre todo en la primera infancia, de carácter
nutricio. Cree que el análisis freudiano es determinista y de comprensión
retrospectiva y entiende que debería mirar hacia el futuro y hallar significado
en este lo mismo que en el presente. La educación para Jung produce un
conflicto que confina al individuo y lo desvía del “lineamiento general” de su
vida. La conjugación de un conflicto con la búsqueda de la auto-realización,
por lo que él llama proceso de “individuación”, tiene importancia fundamental
en la terapia. El inconsciente colectivo que representa la “sabiduría del
tiempo” hace que el note la esencia de recordar momentos de la infancia. Se
necesita confianza entre el analista y su paciente.
Volviendo
a la corriente ortodoxa, a la de los auténticos continuadores de la doctrina
freudiana, que como concepción viva fue sufriendo no solamente modificaciones
que significaron una desviación, sino agregados que tuvieron el sentido de un
complemento, debemos mencionar, en primer término, no en el orden del tiempo,
pero sí en el orden de la jerarquía, el movimiento de la escuela psicoanalítica
inglesa integrada, entre otros, por Melany Klein, Paula Heiman, Susan Isaacs y
Joan Riviere. Melany Klein dice lo siguiente: comer es el principal instinto de
un bebe. El pecho materno es el primer gran lazo de un bebe. Esa representación
psíquica se localiza no en el cerebro sino en el tubo digestivo, y se llama
imagos o imágenes o personas u objetos internalizados a los objetos o personas
mencionados. Las personas internalizadas, ya en el niño como en el adulto, no
quedan estáticas, sino que reciben vida de los instintos y continúan
conduciéndose como lo hicieron en la realidad o como el bebé interpretó que lo
hacían, cuando lo alimentaron, cuidaron o educaron. Esas personas
internalizadas determinan en el niño o en el adulto, impulsos o normas de
actuar que reflejan las que pecho, madre, padre tuvieron con el bebé o los comportamientos
reactivos de este ante aquellos. Así se define su futuro comportamiento. Pero
puede suceder un conjunto de contratiempos, entre ellos, el trauma del destete.
Si comen mal, entonces será la madre la culpable porque se le considerará como
una persona mala, como objeto malo. Más adelante, cuando ya muerda, imaginan
cosas más allá mordiendo el pecho. Esto perdura hasta la edad adulta. Él bebe
se relaciona con el ambiente gracias a el alimento, por lo que el superyó
empieza teniendo aspectos alimenticios perdurables. Lo que muerde es lo
inconsciente del superyó o madre internalizada. Por esto él bebe cree que su
madre es un ser bélico y por tanto este responde con acciones bélicas, tales
como morder más fuerte o defecarse. A consecuencia de todo lo anterior
mencionado, surge el odio a la madre y luego la culpabilidad por ese odio que
persiste en el adulto, caso de los santos, que despliegan su actividad mística
en un clima de autoinculpación. Pronto les empezara a hacer falta la madre y al
extrañarla, la verán como algo bueno, no la culparan por haberlo “abandonado”
temporalmente. Creerá que esta lo abandono por haber actuado de manera hostil
con ella y tendrá miedo de que ella quiera devolverle esos malos ratos.
Entonces los pensamientos malos sobre la madre originados en su pecho son
traspasados a otros entes malvados. De esto derivan dos conceptos: el pecho y
la madre buena, y el pecho y la madre mala. A esta fase oral digestiva siguen
una fase anal, una fase genital, en relación con el complejo de Edipo, que se
inicia con el primer año de edad y que dura hasta los cinco o seis, a
diferencia de la concepción inicial de Freud, que ya hemos visto anteriormente.
Las excitaciones edípicas se satisfarán en fantasías variadas, con la
masturbación, pero esas fantasías variadas se apoyan en la experiencia de la
fase oral-digestiva. La contención genital por educación impartida por los
padres o por temor a la castración, hace renunciar a los deseos edípicos y
reaviva una primera adherencia a la madre, anterior a la genital. Es una
fijación de tipo preedípica que se acompaña de idealización materna. La madre
ahora es un ejemplo a seguir, sin genitalidad. Según Rank uno de los traumas de
un bebe es “separarse” y esto
ocurre en el nacimiento (separación entre madre e hijo). En la mujer, el
embarazo sería una forma de retorno por identificación con el hijo, y en el
varón el acto sexual es un esfuerzo de unión simbólica con la madre. El
complejo de Edipo es el intento de resolver el misterio del origen o del destino
del hombre, probando el retorno al seno materno. Rank descartó la orientación
biológica implantada por Freud. Los enfermos, según él, por la amenaza de
separación, tienden a mantenerse dependientes. Las modificaciones de la
terapia, que implican en realidad una nueva experiencia, consisten en destacar
la situación presente a cambio de la acentuación de lo pasado que pregonaba
Freud. El otro elemento es la reacción ante el analista, que está relacionada
con la madre, no con el padre. La otra modificación de la terapia es la
limitación en el tiempo y, finalmente, la otra característica es la relación de
la terapia con la liberación de las potencialidades reprimidas de que habla
Jung. Ferenczi intentó buscar mejorar la situación analítica. En su concepción
recorrió dos etapas. Una etapa activa y una etapa de relación. Durante la
primera, establecía que, mientras mayor cantidad de libido esté sin descargar,
hay mayores posibilidades de abreacción. De acuerdo con ello, el psicoanálisis
debe hacerse en estado de abstinencia sexual. Consideraba todavía la abreacción
como un método curativo. En una segunda etapa, en lo que él llamó la etapa de
relajación, suponía al neurótico como un individuo que en su infancia no tuvo
aceptación o cariño y que necesita descubrir la experiencia de aceptación o
cariño. El análisis le permitiría volver a desarrollarse con el analista como
nuevo padre. La diferencia entre la nueva experiencia y la pasada, provoca
concientización de la atención en que ha vivido y produce efectos terapéuticos.
Da como Freud, todavía, especial importancia al pasado del individuo. Reich
abogó por abordar de frente las resistencias del carácter. No se opuso a la
teoría de la libido, tanto que se ha dicho que, en este terreno, era más
freudiano que el propio Freud, pero se opuso al concepto del instinto de
destrucción y dio importancia a las influencias culturales. Las tensiones
corporales, para él, constituyen modos de expresar estados emocionales. Las
maneras de reacción individuales que se expresan psicológicamente como
tensiones somáticas, son mecanismos protectores convencionales que se originan
a lo largo de la vida pasada; pero excluía todo esto del psicoanálisis y lo
denominaba educación para el psicoanálisis. Establece también una relación
entre carácter y sociedad. Cada orden social, dice, crea aquellas formas de
carácter necesarias para su preservación. Niega el masoquismo como forma del
instinto de destrucción y lo considera como una adaptación a condiciones
sociales desastrosas.

Un
grupo de psicólogos de la escuela anglosajona de orientación cultural, da
importancia fundamental a las relaciones interpersonales, pero en el momento
actual deben ser considerados como una escuela francamente disidente hasta el
punto de que están fuera del pensamiento y del movimiento psicoanalítico
ortodoxo. Hemos hecho mención de ellos a propósito de la angustia y no vamos a
repetirnos. Diremos solamente algunas características de sus concepciones para
completar esta exposición. Karem Horney se manifiesta en franca oposición con
la orientación biológica de Freud y como Adler, Jung o Rank pugna por una
interpretación cultural de la neurosis. Destaca la importancia para el
psicoanálisis de la situación presente del paciente, no sólo psicoanalítico,
como en Rank, Ferenczi y Reich sino la general de su vida como Adler. Cree que
la voluntad de poder, sin embargo, es sólo uno de los mecanismos neuróticos y
que los otros serían la necesidad neurótica de amor, de sumisión o de
independencia. Respecto a la compulsión a repetir sostiene que los fenómenos
incluidos por Freud no son repeticiones automáticas de la situación de los
primeros años de la infancia y que no tienen carácter compulsivo. La actitud
primitiva original ha sido ampliada y modificada por experiencias subsiguientes
con la figura del padre y por círculos viciosos psicológicos de
angustia-defensa y defensa-angustia. Destaca la importancia de los propósitos
neuróticos del paciente como Adler, así como la importancia de la
responsabilidad del paciente en la neurosis por los beneficios que de ella
obtiene. Las tendencias neuróticas pueden reforzarse y dan los llamados
“comportamientos de base” que son el ir hacia el mundo, el ir contra el mundo o
el retirarse del mundo. Si coexisten las tres actitudes surgen los conflictos
de base, que tienen su fuente en la angustia fundamental. Fromm, como Sullivan,
da menos importancia al estudio de los beneficios secundarios de las neurosis
que a trazar el cuadro de la personalidad en su conjunto y redescubre la
importancia de los choques emotivos de los padres a que ya había hecho
referencia. El problema del hombre es la relación específica entre el individuo
y el mundo y el individuo consigo mismo. No acepta que la satisfacción del
instinto sea el problema central de la naturaleza humana. Los modos de
adaptarse no son instintivos, se deben a un aprendizaje y traen como
consecuencia que el comportamiento humano es el menos predeterminado de la
escala animal y que la naturaleza humana es un producto cultural. Los problemas
del hombre dependen de las necesidades que la sociedad le ha impuesto. El
hombre ha obtenido la libertad de ser un individuo, pero no la libertad para
lograrlo; por eso hace uso de medios irracionales para vincularse al grupo: el
masoquismo, por ejemplo, que es el apoyo de otro como autoridad, la
destructividad de todo elemento de comparación o la conformidad automática, que
son mecanismos de evasión, dan diversos tipos de carácter. El complejo de Edipo
es interpretado por Fromm de acuerdo con el mito. Sería la expresión de la
lucha del niño en la sociedad patriarcal, para liberarse de la autoridad de los
padres que quieren modelar su vida de acuerdo con sus deseos. Lo sexual puede
tener importancia, pero no es la causa de la lucha con el padre. La terapia ha
de buscar no que el paciente se adapte a la cultura, sino conseguir en el
paciente el desarrollo de un sentido de integridad y de consideración hacia sí
mismo. Sullivan es el más científico de este grupo. Considera al hombre con un
substratum biológico y, además, que es el producto de la interacción con otros
seres humanos. La personalidad surge de fuerzas personales o sociales que
actúan sobre el individuo desde el nacimiento. En el humano hay dos propó-
sitos entrelazados. Uno de satisfacción ligado a necesidades biológicas y que
si el medio cultural traba, por ejemplo, en el caso de la satisfacción sexual,
provoca problemas. Y otro, de seguridad, resultado de procesos culturales a los
que nos hemos referido al considerar, en la exposición de la teoría freudiana, los
diversos conceptos sobre la angustia básica. Él da importancia a lo que llama
“distorsión paratáxica”, que consiste en atribuir a otras personas cualidades
que no le pertenecen y que en una relación interpersonal puede provocar una
situación de falseamiento de la relación de valores. Establece para la terapia
la necesidad de enseñar a reconocer la distorsión paratáxica y uno de los
métodos es el de la valoración por consenso, que consiste en comparar el valor
que da a una persona, con el valor que la gente da.
(Terra, 2003)
Método
de tratamiento
El
psicoanálisis es una forma de psicoterapia, por medio de métodos y técnicas
pertenecientes a un nivel psicológico, fundamentalmente verbal.
Su
finalidad es "hacer consciente lo inconsciente" levantando
represiones, o hacer que "donde había ello, que haya yo".
Para
lograr esto el tratamiento psicoanalítico se estructura en sesiones donde el
paciente (recostado en un diván, o cara a cara frente al analista) habla lo más
espontáneamente posible, asociando libremente. El analista interviene también a
través de la palabra, principalmente con la interpretación, donde se devela lo
latente inconsciente. Dos elementos básicos y típicos de la terapia psicoanalítica
son la transferencia (el revivir en el aquí y ahora de la sesión, en relación
con el analista, las pautas inconscientes infantiles que deben ser descubiertas
en el análisis) y la resistencia, que es todo lo que se opone a la tarea de la
curación. En un tratamiento psicoanalítico, se reedita la neurosis infantil del
paciente (base de la problemática neurótica actual) en lo que se denomina
"neurosis de transferencia", la cual finalmente debe ser liquidada.
Durante el tratamiento, el paciente va realizando una tarea reelaborativa
mediante la cual puede ir lentamente tramitando los elementos inconscientes que
determinan su neurosis.
La
formación del analista es de fundamental importancia. Ésta no sólo incluye el
estudio teórico del psicoanálisis y la supervisión o control por parte de un
analista más experimentado durante su aprendizaje, sino un análisis personal
exhaustivo llamado "análisis didáctico". Los errores provenientes de
la falta de conocimientos o de experiencia o de la contratransferencia (de la
propia neurosis del analista) pueden producir perjuicios en el paciente que
deben en lo posible ser prevenidos con la ayuda de instrumentos tales como el
análisis personal, las supervisiones, y una actitud responsable de estudio y de
reflexión. (Samat, 2006)
Conclusiones
A lo
largo de este trabajo se planteó comprender los diversos aspectos del
psicoanálisis freudiano, incluyendo su definición y como esta fue afectada por
su historia y sus principales exponentes. Por esto se piensa que logramos los objetivos en un 90% dado que
se logró sintetizar que, según el psicoanálisis, el origen de los problemas
psicológicos se encuentra en la infancia, las cuales causan una regresión a los
adultos y posteriores problemas. Estos estados mentales se componen de los
conflictos inconscientes que involucran las defensas contra las ideas
intolerables (deseos ocultos). Las ideas intolerables incitan la ansiedad que,
a su vez, pone las defensas en movimiento. Los conflictos inconscientes son los
“traumas” que el paciente lleva dentro(es decir, los síntomas). Las defensas
del ego contra las ideas intolerables se manifiestan en síntomas que simbolizan
al conflicto inconsciente. Las intervenciones del analista promueven el insight
y una anulación del conflicto inconsciente. El insight - volver consciente al
inconsciente - conduce al alivio del síntoma así como también a la
reorganización de la personalidad
El
psicoanálisis tiene tradiciones en el siglo pasado que se ha enriquecido con
aportes desde distintas orientaciones, que sería difícil de resumir aquí. En
medio de estas distintas tradiciones, Perry et al (1987, cit. en Sim, Gwee
& Bateman, 2005) proponen un esquema de formulación psicoanalítica que
incluye un resumen, una descripción de los factores no dinámicos, descripción
de los elementos psicodinámicos centrales usando la psicología del Ego, las
relaciones objétales y el modelo de la psicología del Self, y finalmente una
evaluación del pronóstico.
(Bravo, 2009)
Caso
Clinico
UN CASO
DE FOBIA DESDE LA PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA.
Inés es una niña de 8 años extrovertida, alegre y que no muestra problemas para
relacionarse socialmente. Hasta hace un año, Inés vivía con su madre en casa de
su abuela materna ya que el padre biológico nunca se hizo cargo de la niña,
pero esto cambio cuando su mamá contrajo matrimonio con Juan, se mudaron de
casa y decidieron formar una familia.
Ante esta transformación de vida, Inés comenzó a mostrar ciertos temores excesivos
de dormir con la luz apagada y con la presencia de perros e insectos, por esta
razón los padres solicitaron atención profesional al Centro Educativo “País de
las Maravillas”.
Después de varias sesiones con la niña, a través de sus producciones gráficas,
verbales y hora de juego diagnóstica, se pudo llegar a la conclusión de que
Inés esta transitando por un síntoma fóbico.
La
fobia desde la perspectiva psicoanalítica, introduce en el mundo del niño una
estructura porque delimita un espacio, delimita el espacio materno y el espacio
del sujeto en constitución. Es por eso que si existe una función fallida en la
entrada del nombre del padre en la estructura, en auxilio de la subjetividad
del niño viene la fobia.
Llamamos
entonces a la fobia como la salida más viable para evitar la psicosis. El
sujeto, defendiendo su subjetividad, utiliza este medio para evitar caer en
terrenos del deseo materno y fundirse para siempre en él.
Porque
siempre se trata del espacio, de evitar a toda costa permanecer en el mismo espacio
que el Gran Otro. No importando el objeto fóbico del que estemos hablando, este
siempre delimita un lugar que se encierra dejando fuera a ese Otro que tiene
como objetivo el devorar al niño, dejándolo preso de un deseo que no es el
propio.
La sola
posibilidad de que el niño fracase en la defensa de su subjetividad, hace
aparecer en él la angustia, angustia a la que se busca dar explicación sin
éxito desesperadamente. Para ayudar al niño, se desencadena la fobia, pues
tiene como objetivo limitar esa angustia a la aparición de un objeto en
específico.
Esta
situación, sin embargo, es un verdadero cruce de cuestiones difíciles de
resolver para el sujeto en constitución, pues por un lado existe la tentación
de ser aquello que complete a su madre y por el otro intenta defender su
subjetividad, su deseo.
En
constante tensión y sin saber a donde ir, así vive el niño en el que la función
paterna no se ha ejercido correctamente. Sin alguien que ponga un límite tanto
a la madre como al él, sin alguien que se interponga en esa relación, queda en
él la decisión de ser o no, el falo de la madre.
Lacan dice que “la fobia nos enseña aquello que ella viene a suplir (el
significante del nombre del padre). Esto es evidente en el caso de Inés; Juan,
al no ser el padre biológico y llevar relativamente poco tiempo realizando este
papel, no nos da muestra de fuerza de transmisión de palabra y no viene a
cubrir satisfactoriamente la función de castrar y poner límite en el deseo de
ambas. Y entonces, tratando de salvaguardar su condición de sujeto, Inés
recurre a la fobia.
Pero, tal como se menciona antes, Inés no sólo lucha en contra de la
posibilidad de quedar pegada a su madre, sino que esta también le atrae. En
sesión, se pudo observar como aun no es aceptada completamente la castración,
aunque se encuentre en este proceso.
El
trabajo terapéutico que se le está proporcionando a Inés, tiene como objetivo
lograr una sustitución del objeto fóbico actual, reemplazándolo por uno menos
frecuente, mejorando así su calidad de vida.
(PSICOANALÍTICA., 2016)
Benítez,
M. Oñate C., La orientación en la dirección de la cura: La fobia como
encrucijada, Fuente electrónica [en línea], Revista Fort-da,
http://www.fort-da.org/, 2009.
Bibliografía
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Echegoyen, J. (2016). e-torredebabel.
Recuperado el 26 de Agosto de 2016, de www.e-torredebabel.com:
http://www.e-torredebabel.com/Uned-Parla/Asignaturas/IntroduccionPsicologia/ResumenManual-Capitulo6.htm
Langer, M., del
Palacio, J., & Enrique., G. (1984). Memoria, historia y diálogo
psicoanalítico. Buenos Aires : Folios Ediciones .
Rodríguez Kauth, Á.
(2003). HISTORIA Y PSICOANÁLISIS. Universidades, 3-12.
Samat, J. (2006).
Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis Freudiano . CATEDRA DE
PSICOLOGIA DINAMICA (págs. 1-56). Mendoza : UNIVERSIDAD CATOLICA DE CUYO
.
Terra, D. L. (2003). El
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